La Vía Láctea

Publicado por el Hamburgueso.... desde Hamburguesolandia.

En el ciberespacio famoso como G.Neidisch, su antro: ENVIDIA ES UNA ISLA

Al lado de Palacio Municipal en Mérida, Yucatán, estaba el antiguo Olimpo, edificio que nunca conocí y fue destruído para dar lugar a un estacionamiento; en los 90s fue reconstruído para dar espacio a un centro cultural. Mario Helguera Bolio, un cinesta yucateco, tomó cargo de la pequeña sala de cine, escogía lo que se presentaba, a veces recurriendo a películas en VHS grabadas de alguna función del Canal 11.
Cuando no queda de otra, no queda de otra.
Me hice afecto a ir al Olimpo y conocí al círculo cultural yucateco de Mérida de aquel entonces, y que iba de acuerdo a mis gustos, y mi edad, y supe, como todos los demás, que a Helguera le encantaba Buñuel. Sin tardar mucho tiempo organizó el ciclo Buñuel, tratando de mostrar cuanto pudo y tuvo a la mano, desde 'Un Perro Andaluz' hasta 'Ese Oscuro Objeto Del Deseo'.
Ahí fue mi primer contacto con 'La Vía Láctea', el campo de estrellas que conducía a la tumba del apóstol Santiago, el Camino de Santiago de Compostela. La película se convirtió al instante en una de las más memorables y favoritas para mí. Y la idea de hacer el Camino de Santiago (la Vía Láctea) se hizo sueño. Como ir a Europa en general. Como hacer cine algún día. Digo, si vamos a soñar, hagámoslo a lo grande, cuesta lo mismo.
Los 90s se acabaron y mi estancia en Mérida, inciada en el 92, como que se trucaba (o se redondeaba) hasta 2001.
En 2002, con mucha inocencia, entusiasmo y cierta diletancia, hice el tramo del Camino de Santiago desde Bilbao, un trozo de la Vía Láctea, un contacto directo con una parte de España, ya de por sí fascinante.
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España me provocaba fascinación, como Alemania, como Islandia; por sus geografías, por sus historias, por sus sociedades, por cualquier cosa; fascinación.
País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia, con aspectos en común, con diferencias. Yucatán, Campeche, Tabasco, Chiapas, Oaxaca; desde Oxkutzcab hasta Juquilá. Un peregrinaje.
Volví a hacer el Camino en 2004, en 2006 desde Oviedo, y en 2008 una parte de él. El mexicano en España, caminando, comiendo, charlando/platicando con la gente. Inolvidables, memorables, el señor de la gasolinera que me hablaba de su parienta mexicana, a la que llamaban "Lupita"; los niñitos vascos que iban por el bosque a construír una chabola, interesadísimos porque hablo "esa forma rara"; el barcelonés que se sorprendía por la falta de cultura en México, que presenció en una visita años atrás en el norte de mi país; la chica vasca vecina de Arzak, con quien hablamos de bacalaos y del restaurante Biko del DF...
Más de uno me preguntó cómo supe del Camino. Se sorprendían cuando decía que gracias a Buñuel, al cine.