Una de Luciernagas...

Autor: Isao Takahata
Género: Tragedia animada.
País: Japón
Año: 1988

El humano por condición espera traspasar el temido umbral para bien, y que de aquel lado lo espere ese ser por el que se luchó y se vivió, muchos quisieran ver ahí a la madre, otros al amor de su vida, los mas muchos al ser supremo.
El espeluznante arranque de La Tumba de las Luciérnagas lo menos que consigue es erizarnos la piel. Luego de varias revisiones, subrayo, la fascinación causado en quien esto escribe, por la obra de Takahata, se sustenta en la manipulación que consigue el compañero de Miyazaki, en fracción de segundos me lleva de la tremenda impresión a la lágrima, pero no una lágrima común y ordinaria, no, Takahata consigue lágrimas pesadas, densas, concentradas, tanto que al final, quien la ha visto, acaba devastado, a mi me devasta horrorizarme ante la condición humana en decadencia, y quien la ha visto, opina mas o menos lo mismo.
Yo no se como abordar esto sin contar mas de lo debido, me es imposible decirles que tras descubrir que el erizamiento de mi piel inicial era fruto del más mágico de los realismos, esa lágrima pesada brota autónoma, y su autonomía radica en su naturaleza genuina.
Takahata nos transporta a Kobe en los últimos días de la gran guerra, derrotado Hitler, Hiroito se mantiene fiel a si mismo, el orgullo del imperio era mayor a su poderío, ya probado su final, el ejercio aliado sin misericordia destruye Kobe, o lo que queda de él, el camino, fue el verdadero infierno.

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A ese Infierno sobreviven Setsuko y Seita.
Seita es un niño de 12 años, orgulloso admirador de su padre, su ideal de hombre, quien lucha en los mares del mundo defendiendo a su patria.
Setsuko aún es un ángel, para ella su familia toda es un ideal, su bondadosa y abnegada madre, fiel esposa de su heroico padre, ídolo de Setsuko, su cómplice.
En el infierno muere calcinada su frágil madre, se pierde todo contacto con la flota en que lucha su padre, y Japón da la espalda a un par de niños, quienes mas con Amor y sueños que con motivos, se mudan a vivir ahí, a la mítica cueva que los convertirá en adultos, matando con ellos sus almas, esas que Setsuko fría y sin necesidad de consuelo entierra en la Tumba, su tumba, tumba que nos grita que los urgidos de consuelo en ese instante somos nosotros, no ella..

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Es por todos bien sabida mi admiración por Miyazaki, siempre, el resto de mis días, estarán marcados por el cruce de nuestras vidas, es imposible no sacarlo a colación por varios motivos, por la nacionalidad, por que es la misma empresa, por el “Género” y el manejo del mismo.
Siempre he pregonado que el cine de Miyazaki es tan adulto como el que mas. Ligero y complejo, Digerible y nebuloso, Visualmente espectacular e intrínsecamente denso, por encimita bello, y por dentro muy profundo. Sin tanto rollo es muy fácil de ver, no se si de entender, pero si, quien lo ve con los sentidos abiertos es seducido por él. Lo mas destacable en la obra de Miyazaki es sin lugar a dudas el resultado positivo, esa bocanada de frescura que te queda al final de cada uno de sus títulos, esa inyección de optimismo y de esperanza que cada que aparece la palabra fin en una de sus películas te das cuenta que no sabes ni en que momento te la dejó ir.
Y digo, pues a fin de cuentas, eso es lo que todo el que paga un boleto de entrada al cine eso espera no? La gran mayoría no quiere pagar por que lo pongan a trabajar, a pensar, a estudiar el alma humana dilucidando entre el bien y el mal, no, eso no le toca a las masas. Los gigantescos corporativos hollywoodenses se han encargado de liberar al cerebro del hombre del engorroso músculo que hace pesada la vida.

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Pues Takahata va mas allá, y con todo.
Al final, La Tumba de las Luciérnagas nos muestra que lo peor de la humanidad no viene de esas grandes compañias y trasnacionales que exterminan al hombre, no, lo peor brota de las entrañas del pueblo, de sus absurdos, de los Usos y Costumbres de un pueblo aniquilado por su patriotismo, de los mas ruines de los sentimientos surgidos en un hombre que sobrevive, de la indiferencia y el egoísmo.....todo eso que facilita la penetración del enemigo que ha de sodomizarnos.

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Si les enumero la cantidad de cuadros que me anonadaron les contaría mentiras, porque es imposible llevar una cuenta, aquí trato de mostrarles algunos de ellos.

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Debo confesar y asumir mi incompetencia en materia de piratería, mis 2 cuadros favoritos me ha sido imposible reproducirlos, La muerte de la Luciérnaga y su sepulcro.
Se los dejo de tarea.