Teresa Mendoza. Comunicado I

No es cierto! Yo nunca lloré....si, me asusté, me impresioné, me apendejé. Y un chingo. Pero una vez que me espabilé, que dije de aquí es, pura madre que me vieron el polvo...todo fue que me dijeran al agua pa’que aprendiera a nadar. Como no me iba a pendejar si me bajaron al bato..... jijo de su pinche madre muy mi bato y muy riata....pero mas jijo de su pinche madre el muy desgraciado....dejársela meter asi. Nomás. Sin pensar que otros la iban a pagar....y no lo digo por mi, yo pura madre que les pago, primero me pagan y hasta con impuestos....lo digo por la Brenda y sus plebitos..... por ellos me cae que se las voy a cobrar. No por el Güero no....ese wey se las cobró solo y por adelantado..... por ellos. Los plebitos ninguna culpa tenían....ellos no lo eligieron. La Brenda si la muy bruta...ella tuvo la culpa de todo. De lo della y lo mío....era mas bruta que inexperta yo...bien morrita. Pero no mamen!!! Yo no lloré!!!! Ni al principio ni al final, así que no me vengan con mamadas, corrí si, un chingo, y no he parado, y como está el pinche México, jodido y ensangrentado, no voy a parar....pero de esa parte de mi vida, el puto del Arturo se la pasó por los guevos, ques que la leyenda. Leyendas mis verijas, y aún se humedecen. El pedo es que ya nadie las provoca. Lo que mas me emputa pero lo que mas!!! Es que en la puta red ya no se consiguen fotos mías originales, de las de allá de tierra culichi...ahora solo puras de la pinche cachetona esa....yo estaba morrita...esa es una ruca. Si me cansa, el Pote tiene quien haga lo suyo. Nadie como él, pero había que suplirlo. Pobrecito Pote como lo vinieron a madrear...que chinga le metieron con ese wey tan ojete que le pusieron...le dije al joto del Arturo que como el Pote ninguno...que exigiera al Chucho, pero....ay ya me está cansando el puñal ese por pendejete. Total, ques que su historia es mi vida y me la pelo.... parece que no supieran que ni a madrecita llego. Y ya no la voy a ver por que si me cansan me los trueno...y yo de tronadas ya no quiero saber nada.



Teresa Mendoza Chavez

La Mejicana