Una de Charolastras...

Que hubiera sido del Cine Mexicano sin la presencia de Tenoch Iturbide y Julio Zapata?
No lo sé.
Lo que sí tengo claro es que una generación X azteca no hubiera sido documentada para la posteridad de forma tan decente.
Los Charolastras vienen a ser para nuestra cultura generacional lo que los Caifanes fueron para nuestros padres, la representación cinematográfica de un universo poblado de colores y matices, de tragedias imborrables y de logros memorables, de traiciones políticas y de devaluaciones.
Los Charolastras vivieron y asumieron sus roles de frente, como se les iba presentando.
En Y tu mamá también, Cuarón se encargó de plasmar a juventudes que se manifiestan y que se burlan, que se drogan y que trasgreden, que respetan y hacen respetar. Lo mismo sueñan dormidos que despiertos, lo mismo evaden que confrontan.
Julio Zapata representa a esa juventud de clase media baja, que aspira y que envidia, que se la parte y se cuela, que sabe por donde y consigue. Hijo de madre soltera y hermano de zapatista emancipada, se sabe dependiente de un universo femenino empoderado, se sabe libre y atado.
Tenoch es el clasico hijo de papi. Del clásico papi ausente y mami evadida. Su figura formal es la nana, nana a la que no solo adora y respeta, también llora. Tenoch se sabe solo, se sabe centro de un vacío social inevitable, se sabe libre por consecuencia y solo por naturaleza.
Ellos juegan a la vida y la riegan en las albercas soñando lo que se debe soñar despierto, en senos y pushitas, ellos se burlan de sus prepucios y de sus ascendencias, ellos se violan sus manifiestos sus novias y sus mamas. Nada se los impide.
Lo único que necesitan es un motivo compartido, a pesar de descubrir que comparten no solo gustos y aficiones necesitan uno sólido y escudo, una Mujer.
La Mujer sirve para desenmascar sus libertades y sus vacíos, sus temores y sus alianzas, sus humanidades y sus naturalezas.
Naturaleza con la que saben no pueden ni deben luchar.
No todavía.

Personajes perfectamente trazados por Alfonso Cuarón sobre un guión de su hermano Carlos, Diego Luna y Gael García lograrían todos los oros habidos y por haber, los reales y los concedidos, Copa Marcello Mastroianni en una Venecia rendida a su carisma.
Diego y Gael se posesionaron dueños de las 8 columnas de todo diario local y nacional, se convirtieron en noticia de espectáculo y en nota de farándula, en referencia obligada, adquieren un liderazgo generacional inmediato, lo mismo opinan que producen, defienden que posan, actúan que dirigen.

Gael mejor posesionado en la actuación que en la dirección, con mas aciertos que yerros, muso de Larraín, protagonista de Almodóvar y de Gondry, de Salles y de Jarmush, creadores nublados indiscutiblemente por la figura de Julio Zapata, de quien no logran apartar, de quien no consigue desprenderse.

Diego logrando un balance entre la dirección y la actuación, consiguiendo aprobación de la crítica con Abel, niño mimado de los mandamases de Cannes, bien asentado en Hollywood, en unos meses se convertirá en el primer mexicano no solo en protagonizar un Blockbuster, nada mas y nada menos que uno de los nuevos capítulos de La Guerra de las Galaxias. En la actuación, Diego ha trabajado para Spielberg y para Van Sant, para Blomkamp y con Harmony Korine hizo uno de los experimentos más psicodélicos y arriesgados, con resultado exquisito, personificó a un antisocial émulo de Michael Jackson, el mejor trabajo actoral de la pareja a la fecha, personaje que en ningún momento nos emula olor charolastra.

Juntos han producido algunos de los más grandes éxitos de nuestra Cinematografía reciente, Miss Bala, Las Elegidas, Manto Acuífero, Sin Nombre, DramaMex, Abel y Desierto entre muchos otros.

Vaya que les debemos.

Pero no todo es miel sobre hojuelas.

Figuras tan protagónicas no suelen ser recibidas con unanimidad, sí ambos son exitosos en el sentido de sus proliferas y versátiles carreras, por el mismo motivo son sujetos de lupa, y de lupa rigurosa. A ellos un error se los magnificamos, un fracaso se los restregamos hasta que nos cansamos.

El que sean experimentados y asediados por vacas sagradas no significa que sean los eximios que desarrollarán trazos actorales psicológicamente poderosos (Diego ya lo consiguió en Mister Lonely), vamos, ni siquiera garantizan una buena actuación, y es muy probable que en cada gesto o planteamiento veamos a nuestros emblemáticos Charolastras, es muy difícil de otra manera, es imposible borrarlos, no concibo borrar a Pepe el Toro de nuestro imaginario colectivo, lo mismo a Tenoch y a Julio.

Sus presencias suelen ser o parecernos las mismas, y objetivamente suele ser cierto, la mas de las veces, consecuencia de todo el choro madreador previo, no es justificación, es, así de sencillo.
A mi lo que me parece extraño, que todo ésto no es exclusivo de los hijos de Cuarón, abundan estrellas por doquier que cada que los ves en pantalla ves exactamente los mismos gestos, los mismos trazos conductuales, las mismas entonaciones y acentos, y son las grandes estrellas internacionales, esos que generan millones y millones de dolares y hasta Oscares y Baftas reciben cada que... ejemplos ya lo dije, por dondequiera...

Aqui con los vecinos del norte abundan casos, el primero que se me viene a la mente es George Clooney, siempre en su encantador papel de George Clooney, brincando el océano con los maestros de la actuación británica está el caso de Ewan McGregor, a quien le reconozco haber participado en títulos imprescindibles de las útlimas decadas como Trainspotting o el Gran Pez, pero en su tan gustado papel de Ewan McGregor, en España me llama la atención Belen Rueda, sinceramente desconozco la razón de su éxito o su pesencia constante, porque siempre es la misma, sean mega dramas o terror terrorífico, ella sonrie y se asusta igual. Otro caso que me llama la atención, digo de los gringos -  británicos puedo entender que en su afán de posesionar estrellas que luego venderán sus productos está su fórmula, pero en Argentina un señor tan admirado y premiado como Ricardo Darín me no entender. Ocurre exactamente lo mismo que en los casos anteriores.

No es justificación ni defensa para Gael y Diego, solo que me extraña que con los nuestros sí seamos muy exigentes y no seamos parejos.



No hay honor más grande que ser un Charolastra!

PS. Que difícil hablar de este par y no mencionar a Luisa...


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