Un Hombre de Paz

Que así descanse.

PS Por respeto a quienes no conocen la obra de Don Samuel, aqui me pirateo la extraordinaria Plaza Pública de hoy.

Don Samuel, ese converso

MIGUEL ÁNGEL GRANADOS CHAPA
25 Enero 2011

Nadie iniciará nunca su beatificación y por lo tanto no habrá un Samuel Ruiz en los altares. Pero el bien que hizo el que fuera obispo de San Cristóbal de las Casas durante su ministerio episcopal y en el decenio posterior a su retiro es la más clara señal de que era un hombre escogido por el Dios en que creyó desde el fondo de su corazón.

Don Samuel pasó de ser un muchacho brillante, una joven promesa a una madura realidad pero en un sentido por entero opuesto al que permitía augurar el comienzo de su carrera eclesiástica. Con estudios superiores en Roma, estaba llamado a ser parte de la clericracia. En la diócesis de León fue rector del seminario y canónigo, apenas cumplida la tercera década de su vida. Por ello fue elegido obispo de San Cristóbal de las Casas, cuya consagración ocurrió un día como hoy, el 25 de enero de 1960. Durante los primeros años de su desempeño don Samuel fue un obispo como el que se esperaba que fuera, más cercano a los riquillos de la antigua Ciudad Real que a su rebaño. Pero la pobreza cruda, sin disfraces que padecían los más en Chiapas fue el motor de la primera transformación, la conversión inicial del obispo. En la práctica, por su sensibilidad inteligente, fue pionero de la opción preferencial por los pobres, aquellos que eran víctimas de la muerte porque no se les dispensaba la atención médica que requerían. Es que apenas formaban parte del paisaje, nadie les consideraba personalidad. Cientos de años después de que el primer obispo de esa diócesis, fray Bartolomé de las Casas, pugnó ante la Corona española y ante los tribunales porque se considerara a los naturales de esa tierra como gente de razón, el prejuicio y los intereses seguían entercados en impedir el pleno reconocimiento de su condición humana.

Los pobres en Chiapas, en San Cristóbal eran todos indígenas, pertenecientes a varias etnias cuyos valores, la lengua entre ellos, no sólo no eran reconocidos sino que se les combatía. Con mirada benevolente, don Samuel compartió durante años el credo oficial, de la Iglesia y del gobierno, de que el mejor modo de ayudar a los indios era haciendo que dejaran de ser indios. Pero esa cruel paradoja enseñó pronto sus límites a un hombre con luces morales e intelectuales de carácter excepcional, como don Samuel. De modo que no tardó en convertirse en promotor de los derechos de los pueblos indígenas, pertenecieran o no al catolicismo y por ello en piedra de escándalo.

La crisis agraria de los ochenta (precedida en los años anteriores por un agravamiento de la lucha por la tierra) fue resultado de la prevalencia en Chiapas de un régimen feudal, que desdeñaba con ferocidad la necesidad indígena de contar con tierras, las suyas que les habían sido arrebatadas o las que demandaba el crecimiento poblacional de las comunidades indias.

Como la pugna vital de don Samuel consistía en eliminar las discriminaciones de toda laya, promovió la participación de los laicos, esos menores de edad frente a las autoridades de la Iglesia tradicional, en la vida pastoral de su diócesis. La consagración de diáconos casados no era simplemente un asunto digamos laboral, la habilitación de personas que auxiliaran profesionalmente a los sacerdotes, sino una muestra de respeto a los católicos, que no deben aparecer ni sentirse disminuidos ante los clérigos.

La cada vez más acendrada toma de conciencia de don Samuel, respecto de los asuntos, dentro y fuera de la Iglesia, que concernían a los fieles pertenecientes a su diócesis puso al prelado en el dilema de hacer respetar los derechos mediante la violencia armada o a través de la movilización social. Al comenzar los noventa creció la presencia de quienes optaron por el cambio inmediato, apelando a las armas. Fue tarea del obispo respetar esa opción sin estorbarla ni menos condenarla.

Esa actitud le permitió, cuando el zapatismo armado atacó sedes municipales en los Altos y la selva Lacandona, convertirse en mediador, pues contaba con la confianza de los alzados y de quienes, tras una inicial decisión de meramente reprimirlos, optaron después por el diálogo en pro de la paz.

La mediación a favor de la paz fue la seña de identidad de don Samuel a partir de aquel 1994. Renuente siempre a los personalismos protagónicos, resolvió institucionalizar su papel de mediador y convocó a personajes de gran talla en la sociedad civil a integrar la Comisión Nacional de Intermediación. Superada la etapa en que la Conai fue útil, su papel se extendió fuera de Chiapas y se afianzó en la atención a conflictos sociales de diversa naturaleza. Con el mismo afán que construyó siendo obispo el centro de derechos humanos que lleva el nombre del fundador de su diócesis, el Frayba, como familiaridad entrañable se le conoce en aquella región, don Samuel alentó después de su jubilación el establecimiento de Serapaz, Servicios y asesoría para la paz. Durante sus años de obispo, don Samuel impregnó con sus convicciones a su presbiterio, de un modo que después se repetiría en la Conai y en Serapaz.

La misión postrera de don Samuel, entre muchas otras tareas pues su dinamismo infatigable lo hacía multiplicarse, se desplegó en la Comisión de mediación, integrada a solicitud del EPR para conseguir la presentación con vida de dos miembros suyos hechos desaparecer por el Estado. Lejos todavía se su objetivo, la Comed había sufrido ya la sensible pérdida de Carlos Montemayor, a que se suma ahora la de don Samuel. Pero ninguno de los dos en realidad se ha ido.

Aquí están.


Y....... he aquí el texto publicado hoy Ene 26 en la Jornis por Carlos Mtz. G.


El Obispo Incómodo

Sus principales opositores no estuvieron fuera de la Iglesia católica, sino dentro. En la última década de su largo obispado en San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz García debió enfrentar duras críticas hacia su labor y repetidas intentonas de removerlo de Chiapas por parte de las cúpulas del Episcopado Mexicano y el nuncio papal Girolamo Prigione Pozzi.

Por su identificación con la línea teológica y pastoral conocida como opción preferencial por los pobres, el obispo Samuel Ruiz, junto con otros con igual cargo en países de América Latina y teólogos que compartían la misma elección, debieron padecer los acosos doctrinales y políticos emanados desde Roma. Durante el papado de Karol Wojtyla –Juan Pablo II– como lo denunció en su momento el teólogo católico Hans Küng, se llevó a cabo la restauración de un conservadurismo preconciliar. Fue así que al mismo Küng el autoritarismo anidado en el Vaticano le prohibió enseñar teología católica. Lo mismo le sucedió al sacerdote brasileño Leonardo Boff, y a muchos otros renuentes a sujetarse irrestrictamente a la ortodoxia normada por Roma.

A principios de la década de 1990 hubo fuertes movimientos realizados por el nuncio Prigione para quitar del obispado de San Cristóbal de las Casas a Samuel Ruiz. Antes de eso las advertencias a Ruiz García por desviarse de las prácticas eclesiales bien vistas en la sede papal no fueron atendidas por éste en la forma allá deseada. Entonces subrepticiamente Prigione comenzó a preparar todo para desterrar al obispo de la diócesis coleta.

La intentona trascendió y se levantó la solidaridad con el obispo acosado. Organizaciones indígenas chiapanecas, entre ellas el gran movimiento de diáconos y catequistas integrantes de la línea pastoral del obispo Ruiz García, denunciaron que el fondo de todo era el descontento de los auténticos coletos (ganaderos, terratenientes y privilegiados por sus vínculos con la clase política regional) con la poca espiritualidad de las enseñanzas y sermones de Samuel Ruiz. Para ellos hablar a los indígenas de derechos humanos y justicia tenía que ver más con activismo sociopolítico que con el Evangelio. Por su parte el obispo defendía su acercamiento señalando que la verdadera espiritualidad, muy distinta del espiritualismo, debía incluir tanto lo interno como lo externo, que de eso se trataba la enseñanza evangélica de la encarnación.

Cuando la irrupción zapatista, el primero de enero de 1994, pulularon seudo explicaciones de su gestación. Hubo un sinfín de señalamientos hacia el responsable de la diócesis de San Cristóbal de Las Casas. Sin pruebas acusaron al obispo Samuel Ruiz de ser el principal instigador del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Esas endebles explicaciones fueron miopes a las condiciones sociales, económicas, políticas y culturales de explotación y discriminación con las que los indígenas chiapanecos habían sido lacerados por siglos.

Entre los señalamientos más recurrentes a la línea pastoral del obispo Samuel Ruiz, desde el seno mismo del Episcopado Mexicano y los sucesivos representantes papales, estuvo el de que su diócesis era una de las que experimentaba la mayor descatolización del país. Los censos mostraban que al iniciar su obispado en San Cristóbal de las Casas la media estatal de población protestante/evangélica ascendió a 4.2 por ciento. Cuarenta años después, para 2000 los números llegan a casi 20 por ciento. Pero la media en zonas indígenas pertenecientes a la diócesis de Samuel Ruiz, alcanzan porcentajes de población protestante/evangélica que rebasan con mucho el promedio de Chiapas: zona chol, 30 por ciento; zona tzotzil, 24 por ciento; zona tzeltal, 32 por ciento. En las tres zonas hubo, de acuerdo con el Censo del 2000, municipios que rebasaron 40 por ciento de quienes se declararon protestantes/evangélicos.

A pesar de las cifras anteriores, un análisis detenido de la pastoral de Samuel Ruiz García evidencia que lo sucedido durante sus cuatro décadas al frente de la diócesis de San Cristóbal de las Casas fue una revitalización del catolicismo en poblaciones preponderantemente indígenas. Antes de él la característica del trabajo pastoral católico fue la ausencia, o fugaces visitas, de sacerdotes en y a los pueblos indios. El obispo pudo ver con claridad que era necesario involucrar decididamente a los indígenas en el trabajo eclesiástico, tal como lo hacían las iglesias evangélicas, cuyo desarrollo estaba preponderantemente en manos de los creyentes de las localidades

El vital movimiento de diáconos y catequistas, fomentado decididamente por Samuel Ruiz a partir de la segunda mitad de la década de los setenta, le valió el encono de quienes en la Iglesia católica favorecen el ministerio centrado en los sacerdotes. Al ampliar su eclesiología, y entregar muchas de las funciones concebidas originalmente sólo para quienes ejercen el sacerdocio, Ruiz García desafió al elitismo que exalta muy por encima de la feligresía a los curas ordenados. Los guardianes de la pureza de la casta sacerdotal lo hostigaron todavía más cuando se atrevió a ordenar diáconos permanentes casados, y dejó entrever que para completar el desarrollo –inculturación le llamaba– sería necesario llegar a la ordenación de sacerdotes indígenas con vínculo matrimonial.

Fue un obispo incómodo para los poderes dominantes en la Iglesia católica, aunque no nada más para los asentados en ella.

Comentarios

Rosa ha dicho que…
Yo no sé quien es Champyquerido.

¿?

Besos
Champy ha dicho que…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Champy ha dicho que…
Don Samuel Ruiz fue un Gran Hombre amiga.

Un Hombre respetuoso del ser por el simple hecho de ser humano,sin poner antes ni después característica alguna.

Uno de los poco hombres de respeto hacia adentro de la PUTA de Babilonia, Obispo de San Cristobal de las Casas, siempre en medio de la neceidad y de la injusticia, acerrimo perseguido por el Vaticano por su afinidad con teologías que iban en contra de lo que dictaba la Santa Madre Iglesia Católica Apostólica y Romana.

Intermediador entre gobiernos y organizaciones de oposición, enemigo de presidentes y amigo de mendigos.

Uno de esos hombres que dejan de respirar pero nunca mueren...

Que diferencia de aquellos que viven penando verdad? Y encima creen que gobiernan.

2046
ixilik ha dicho que…
Después de leer esto, se que te gustará Tambien la lluvia,(y no por el pelón), aunque los "jolibus" hoy no la cogido para sus calvitos.
Hay algo de impersonal cuando acá, hablamos de los indigenas.Es como si hablasemos de entes globales como la naturaleza, los rios o el national geografic, como si tuvieran piernas, boca y brazoa. Imagino que hace falta holerlo y sudarlo como este hombre, en propiea carne, para dejarse de filosofías, y empezar a ser humano
3000-957-1hombre valiente
Champy ha dicho que…
Ay VASQUITO s eme hace que tu a mi me despedazas y yo ni resistencia opongo...
Ya te dije que lo que digan esos imbéciles me lo paso por los guevos, para mi es mas importante que te guste a ti que a ellos.
No te preocupes amigo, acá también, aca si por allá hacen dicen celebran o pemian algo relacionado a, nos enorgullecemos....pero si la nota sale de aquí y nos muetsra tal cual....nos avergonzamos.

Y eso lo detesto quizá más que a los panistas....

2046
Workaholica ha dicho que…
De lo poco que realmente ha valido la pena en la iglesia católica....

Besos mi Champs
Unknown ha dicho que…
Inteligente sin duda….que descanse como pueda según sus creencias…
Champy ha dicho que…
Así es mi W..... él y don Sergio Mendez Arceo fueron eso de lo que hoy tanto carece la institución maldita...

2046
Champy ha dicho que…
Solo Dios y ahora él saben lo que tenía deparado para él Toño, pero segurito que hoy ya escucha coros maravillosos junto a Don Sergio...

2046
Mafalda ha dicho que…
...

: (


Auchhh, son chingaderas.

Mafalda
Champy ha dicho que…
Irremediables mis MAFIS, pero chingaderas al fin y al cabo.

2046
El Deme ha dicho que…
¡Biutiful en los Oscar!
(Aunque no te caiga bien El Negro)
Champy ha dicho que…
Viva México!!!!

A pesar de ese wey!

Y ni aunque se lo den cambio de opinión.

Es MALA infinitamente MALA.

A poco la verdad la verdad la verdad a ti si te gustó???

2046
Unknown ha dicho que…
¿Por qué no hacemos algo ya, también nosotros?
O seguimos pagando casetas, tenencia, alza a la canasta básica, aumento mensual a la gasolina, mientras los políticos no hacen absolutamente nada, excepto mamar del pueblo.
Un abrazo Amigo, cuídate, luego nos leemos.
Champy ha dicho que…
La cuota más terrible y costosa que pagamos PHERRITO es la de sangre, la de sesos, la de visceras...y sí esas no nos despiertan ya no nos despertó nada.

2046
Rosa ha dicho que…
Como decía Bertol Brech:

Hay hombres que luchan un día
y son buenos.
Hay otros que luchan un año
y son mejores.
Hay otros que luchan muchos años
y son muy buenos.
Pero hay quienes luchan toda la vida,
esos son imprescindibles.

Pues eso.

Ah, y un beso.
@ELBLOGDERIPLEY ha dicho que…
Parecía un hombre íntegro, justo, qué pocos hay así, es cierto: muy, muy poquitos.
Y personas que ayuden a los demás, sin pedir nada a cambio: casi no hay. Por eso la humanidad está tan perdida, tan ciega, tan encerrada en sus problemas absurdos.
Esperemos al milagro de que nazca otro igual (uno por cada millón, será). El mundo hoy está lleno de egoístas, de necios y de egocéntricos, que no le regalan a uno ni una mirada, ni una canción...
Alguien que ayudara a los pobres merece todo el respeto. Yo todavía no entiendo porqué no hay sacerdotes mujeres, por ejemplo, es todo tan viejo, tan pasado...
El consuelo es pensar que hay mucha gente que se muere, y al día siguiente no les recuerda nadie...No parece el caso.

2046 Abrazos
le cid ha dicho que…
Champy...

No puedo permitirme opinar de lo que no conozco...

Imprimo todo, lo leo bien, y vengo a dejarte un comentario!

:o)

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